martes, 13 de noviembre de 2012

Del Rey

Ahora, lo piensas y sólo ves lo malo. Cuando pase el tiempo, recuérdalo tal y como fue.
Tu olor sigue impregnado en mis camisas, en mis sábanas y en mis toallas. Tu cepillo de dientes sigue al lado del mío. Te veo en todas partes. Me hago ilusiones de verte cuando tú has encontrado a otros. Y pienso en el tiempo que pasábamos juntas sin que importara lo que hiciéramos. Siempre te divertías y me decías cosas bonitas antes de irte a dormir. Verte dormir. La octava maravilla del mundo. Las otras siete tienen mucho que envidiarte. Tus ojos de ese color que ni es verde ni es marrón cerrándose dejando paso a tus pestañas de estrella de cine. Suena Videogames, una de nuestras canciones. Lloro y me arrepiento de todo. De no poder haberte disfrutado cuando aún podía, de tener que conformarme con ser tu amiga por mis gilipolleces, de no poder meterme en tu cama como lo hacía antes, de no poder acariciarte en esos sitios, donde una caricia provocaba cosquillas en tu piel más suave que el Blue Velvet, donde las cosquillas enviaban una señal a tu cerebro, complejo y diferente como tú, finalizando en una suave carcajada y en un "me haces cosquillas", para después besarme y gemir en mi oído. Te echo de menos. Suena Born to die, una de nuestras canciones más lúgrubes y siniestras. Pies no me falléis ahora, llevadme a la cama. Ojalá ella estuviera ahí, me abrazara y me dijera "tranquila" como sólo ella sabe y me diera un beso de buenas noches.

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